Color potente y vivo, definiendo variedad. Lagrima bastante teñida. Aromas

Color potente y vivo, definiendo variedad. Lagrima bastante teñida.
Aromas reducidos, no desagradables, que le cuesta un rato superar, entonces nos muestra su fuerza varietal, mermelada de ciruela negra, violeta intenso y un punto de grafito y vainilla. Tostado ajustado que no predomina.
Entarda potente y algo de dulcedumbre, típica calidez de los vinos mediterráneos, paso generoso en amplitud y intensidad, quizas cae demasiado pronto para lo que me esperaba.
Vino muy fácil de beber, quizás un poco sobrevalorado (15 euros), de corte moderno y para público joven. Dudo que aguante más alla del 2010.