Ocho años y pico después...

Otra botella disfrutada y creo que es la penúltima, ya que tuve la suerte de encontrar otras dos en una "tienda recóndita".

Color es cereza bastante oscuro de capa media.

Los aromas son de buena intensidad y destacan los frutos con buena madurez, las flores, tostados, especias, regaliz y toques minerales, no esta nada mal la complejidad de la nariz.

En boca es sabroso, el paso de boca con muy buen equilibrio y totalmente redondeado, suave y variado, todavia vivaz y con personalidad, los taninos suaves, buen retronasal y el final largo y con buena persistencia.

Un vino muy agradable de beber, pero que no le falta caracter y "bravura".

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