Espléndido.

Probada gracias a la hospitalidad y generosidad de mi amigo Gonzalo. Buenas condiciones de conservación, aunque el corcho parecía estar algo empapado. Pero en nariz lucía fantástico, limpio, y potente. en boca las sensaciones fueron muy agradables, con una frescura y persistencia muy interesantes. Asimismo, una madera muy bien integrada, con una presencia de la fruta concentrada por encima de los tostados. Me hace volver a la reflexión tan habitual, ¿por qué no tenemos la cultura de vinos de guarda?
Estoy convencido que este vino tuvo un gran aporte de barrica con presencia importante de tanino de la madera, y de tostados de la mismo. Su esplendor y fortaleza ha prevalecido y tras diez años, es la fruta y el vino los que han salido "victoriosos".
Me encantó probar este vino, la compañía también ayudó.