Rojo picota de ribetes amoratados y capa media-alta.
Nariz elegante, intensa y compleja con iniciales toques florales y recuerdos de monte bajo y sotobosque. La fruta es roja, de carácter casi licoroso, con mucha cereza. Notas terrosas y minerales de los suelos de pizarra. Toques tostados de la madera, muy bien tratada y ensamblada. Magnífico en nariz.
En boca tiene un ataque potente, con una correcta acidez, un final muy largo y frutal y una moderada astringencia que denota una apretura precoz. Los taninos están domados y son dulces y sedosos, con una gran integración. Destaca la elegancia por encima de todo. Se puede beber ya, pero seguro que mejorará con algún añito de botella. Muy bueno.
Resultado de una “joint-venture” entre Roquette (Quinta do Crasto) y Cazes (Château Lynch-Bages), este vino tiene cuerpo del Douro y alma bordelesa, con una elegancia y finura excepcionales. El mejor tinto del Douro/Duero moderno que he probado últimamente. Su precio (unos 42 euros), es ya un poco alto, pero merece la pena por su calidad. Excelente vino.
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