Decepción evolutiva

Llevo años siguiendo estos vinos( desde el Chillida del 94) y siempre llego a las mismas dos conclusiones: grandes vino al poco de salir, potentes y poderosos y pésima evolución, en ocasiones para tirar(como ocurrió con sendas botellas de los años 96 y 98). Este 01 se adapta perfectamente a este patrón. Hace unos años se mostraba pletórico, expansivo, complejo, algo agresivo ( nos decían que había que darle botella). Pues ya tiene botella, encontrando un vino en declive, con aromas marcados de retención, pasificación, empobrecido y con un curioso y dominador olor a trufa. Sería patético, si no se tratara de vinos

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