Grandísimo Prado Enea a sus 20 años

Botella borgoña típica de este vino. Etiquetado clásico del mismo.

Corcho largo y grueso, de gran calidad, bañado en vino rojo picota oscuro por algunas zonas hasta casi 1/3 del mismo (pero por otras mucho menos). Extraído con sacacorchos de láminas. Huele genial tanto por dentro como por todas las partes del mismo.

Abierto y decantado 3-4 horas antes de disfrutarlo.

Visual

Rojo picota-cereza-rubí oscuro con ligeros reflejos ocres, ribete cereza-anaranjado-transparente, capa entre media y media-alta, limpio, brillante y de bonita y abundante lágrima, fina y de lenta caída. 

Gran visual y corcho para su edad. (9,5)

Nariz

De media-alta intensidad al descorche que crece hasta gran intensidad con la aireación. 

Aromas a fruta negra madura y roja escarchada, flores marchitas, regaliz, especias dulces, tabaco rubio, tostados fantásticos, finas maderas, herbáceos de monte bajo, vainilla, torrefactos y ligeras notas de chocolate que, junto a unos poderosos balsámico-mentolados, rematan un conjunto olfativo intenso, complejo y algo cambiante con la oxigenación.

Gran nariz. (9,4)

Boca

Ataque de buena y comedida potencia, de gran contundencia, todavía con fruta y mucha frescura, acidez elevada, volumen medio, densidad media, cuerpo medio plus, gran estructura y expansividad en boca (vino que llena la boca por los cuatro costados pero con la suficiente fluidez como para ser un vino ágil, fácil de beber y nada pesado).

Paso por boca balsámico, muy amable y equilibrado, con taninos pulidos y redondos, sedosos y muy sabrosos pero aún con algo de nervio (que indica podrían sostener, junto con la acidez, al vino otro lustro más como mínimo en buen estado de forma).

El final es fantástico, muy largo y de enorme calidad, con frutillos rojos y negros muy maduros que, junto con los mentolados, especias, buen fondo de maderas finas tabaco, regaliz y herbáceos dan un retrogusto grandioso; en vía retronasal reaparecen sensaciones del retrogusto y aparecen más profusamente esas maderas tan bien ensambladas, esas notas balsámicas, de flores marchitas, vainilla, torrefactos y ligeros chocolates que lo redondean fenomenalmente bien.

Grandísima boca, de vinazo y aún superior a su nariz. Un Muga Prado Enea Gran Reserva "de libro", en su máxima expresión y, probablemente, en el momento culmen de su curva óptima de consumo. (9,7)

Su PVP rondaba los 35€ en la época en que se empezaba a comercializar (allá por el año 2005-2006). Actualmente ha subido de precio y es imposible verlo por menos de 40-42€ (siendo ya su PVP típico entre 44-50€). No es un vino precisamente barato pero, visto lo visto 20 años después, su RCP me parece muy buena pues demuestra, una vez más, ser un grandísimo vino.

Podría envejecer tranquilamente 5 años más (y llegar a los 25 en muy buen estado de forma), pero yo lo disfrutaría ya pues está en un gran momento de disfrute.

Abierto para compartir con mi hermano el día de su 40 cumpleaños. No defraudó en absoluto.

Recomendado por 1 usuario

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar