Ambarino con irisaciones de oro viejo. En nariz despliega aromas y bouquet

Ambarino con irisaciones de oro viejo. En nariz despliega aromas y bouquet de pequeños rasgos de crianza biológica ( Velo de Flor ), con otros más recios de la serie aldehídica y que nos recuerda más a los buenos amontillados de la zona. Es almendrado y con un ligero toque salino de sus años jóvenes, dándole una buena persistencia al estilo más purista jerezano. Al final prevalecen sensaciones de la crianza oxidativa concurriendo en notas de roble viejo envinado, cacao, frutos secos ( avellanas ), dátiles y una sensación final flor de manzanilla. En boca es una delicia, con un estupendo arropamiento graso y mantecoso al tacto. Excelente equilibrio y complejidad. Desarrolla frutos secos en la evolución y aceitunas negras trituradas. Posgusto punzante, persistente de leve matiz amargoso – vegetal ( almendritas amargas ), complementado por una fina retronasal aldehídica. Complejidad en este Fino Amontillado, que nos recuerda a como eran estos vinos a mediados del siglo pasado, lo cual hoy en día no deja de ser un buen hallazgo, en una zona que ha mirando últimamente mas al estilo de las Manzanillas de Sanlucar para hacer a sus Finos más comerciales.