¡Vivo!

Muchas dudas tenía al abrir esta botella de vino, han transcurrido 10 años desde que nació y mi sorpresa es que: "Está vivo". Tengo 2 botellas más. Las guardé en la primavera del 2006 para conocer cual era la evolución de este vino que cuando lo probé por primera vez me sorprendió.
A la vista se manifiesta con un color rojo picota de capa media-baja con manifiestas notas teja y piel de cebolla. Está limpio y brillante, el corcho permanece en perfecto estado. Buena lágrima que se desliza con pereza por la copa.
En nariz, ha perdido la frescura de su juventud, pero se mantiene frutal. En cuentro frutas rojas silvestres, cerezas, ciruelas coloradas, mayuetas y leves atisbos de chuches de fresa.
En boca está elegante con vigor, encuentro frutas rojas silvestres caminando hacia pasas, balsámico. Con una elegante acidez que le mantendrá vino 2 o 3 años más y que invita a beber. Te llena la boca, es un vino con volumen. Notas de abocado. Grato y sedoso paso de boca. Es un vino largo. Me da una permanencia en boca de 3,00 minutos.
Felicidades a todo el equipo de Pago del Vicario y especialmente a Susana López-Mendiondo, su autora.

  1. #1

    Otilio Haro

    Quién lo diría... ¿Y de la hostia alcohólica de entonces? Porque daba puñetazos a troche y moche.

  2. #2

    jacomur

    en respuesta a Otilio Haro
    Ver mensaje de Otilio Haro

    Mantiene el alcohol, una de las razones por las que está vivo, pero domadito.

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