Un coupage donde reina la monastrell y el equilibrio ¡bravo!

Bodegas Luzón hereda una tradición casi centenaria en el cultivo de la vid y la elaboración del vino. Sitúan su origen en 1916, cuando la familia Gil, que fundó esta bodega en 1999, comenzó a elaborar sus vinos en el centro de Jumilla. Una larga trayectoria en el terreno de los cotizados graneles de Monastrell desembocó en esta moderna bodega que cuenta con 700 hectáreas de viñedo propio. Y con una demostrada pericia para obtener lo mejor en condiciones límite: un terreno pobre, una temperatura extrema en invierno y en verano, con lluvias inferiores a 300 mm al año, alta insolación y el alivio de la altitud: 700 metros sobre el nivel del mar.

Un vino con casi cinco años de botellas, nos demuestra el potencial de su coupage Monastrell y Cabernet como variedades nacidas para la guarda, un vino redondo que preserva toda su estructura, resultando un baile perfumado de especias thais, que nos transporta a una de sus hermosas playas de Phuket, donde sus notas balsámicas pueden asociarse con las brisas del bambú. La oxigenación le aporte plenitud y va desgranando su complejidad, un vino vivo a la vez que maduro, su fruta toma tintes rojos de confitura muy bien acompañada por unas expresivas notas de chocolate negro y sensuales cafetales que se reproducen en un postgusto rico y goloso, con buena acidez y taninos maduros. Ahora si puedo afirmar que Altos de Luzón además evoluciona muy bien.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar