Rojo cereza con ribete claro anaranjado – teja. Nariz reducida con aromas de orejones, dátiles y caramelo tostado, también sensaciones de mueble viejo, desván y taller de antigüedades y piel de cuero curtida. La fruta esta presente pero muy reducida ( mandarinas maduras ) y entremezclada con aromas terciarios que recuerdan al tabaco ingles y de pipa, con sensaciones anisadas, de hierbas aromáticas ( hinojo ) y que despuntan en cierto aroma balsámico en su final. En boca es de ataque abocado, con cierto dulzor de fruta reducida ( orejones ), paso agradable con justa acidez y recuerdos de caramelo tostado que llega hasta el posgusto. Retronasal aromática y similar a la nariz. Es un vino evolucionado y reducido por la larga estancia en botella, pero que tiene cierto atractivo, no encuentro defectos, ya que asume un proceso lógico de crianza en botella. Es un merito poder degustarlo después de 21 años a las espaldas.