Seda pura en un Priorat atípico.

Catado en bodega el año pasado. Me sorprendió allí y decidí llevarme una botella para ver como evolucionaba. Aproveché el derby ATM-RM para disfrutar de él con un amigo y cena casera...iba a ser el arbitro catalán del choque.
Como precaución lo descorche en la comida y probé una copa, que no me emocionó, por cierto. Lo dejé abierto hasta las 22h y fue fundamental.
El resultado fue tan memorable como sorprendente. Si la capa y color no era típico de la mayoría de los Priorat, la nariz fue el despiste total. Nada de esas lacas/volatil alta de muchos de esta zona(que me gustan), fue tremendamente frutal, muy balsámica, elegante, mineral, etc...la nota vegetal que tenía en la comida se integró dandole complejidad. Y en cuanto a la boca, pues no defraudó, pero si se notaba que no era un cupaje típico Garnacha/Cariñena que marcaría al Priorat. Tenía un paso ambale, sedoso en boca, muy amplio, equilibradísimo(Ojo!13'5% vol), con frescura para aguantar otros 5 años más por lo menos, tanino redondo y fino, y un final gustoso, para regodearse, largo, que invitaba a saborear cada sorbo.
En definitiva, mucho merito de este gran vino en una añada muy rara en la zona. Bravo por el enólogo y los responsables de la viña. Yo lo disfruté mucho...aunque mi equipo perdiera.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Personalizar”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Personalizar
Rechazar todas
Aceptar