Un vino pletóricamente mediterráneo.

Rojo picota y ribete granate. Magnifica nariz, especiada, con aromas de frutillos negros en confitura sobre intensos matices vegetales que recuerdan a las aceitunas negras / alpachín. Pinceladas alicoraditas y cremosas, hojarasca en descomposión, poso de café de puchero y ciertos recuerdos terciarios de la serie animal ( cárnicos ) que se ensamblan muy bien bajo un bouquet definido por la fruta negra alicorada. Final de nariz que entremezcla lo frutal, lo vegetal y lo terroso, en una especie de tierra semillero que es una sinfonía terrosa, de aceitunas negras y de frutillos negros. En boca es cremoso, con volumen, frutas negras de rasgos alicoraditos bañadas en cacao que dejan sensaciones nobles astringentes y torrefactos semidulces, muy buena acidez que le da frescura en el paso de boca para acabar en un posgusto maduro, tostado, pero donde la fruta del bosque ( ciruelas negras maduras ) mantiene la posición dominante y deja cierta astringencia que acaba en tostados. Vino mediterráneo evidente, pero con una frescura y tanicidad que es su propia vitalidad. Esta pletórico, sabroso, sápido, con volumen, fresco y muy placentero, me da la sensación que estaba deseando salir de la botella, aunque puede aguantar en ella años ( como los niños en una guardería ). En España nos tenemos que convencer de que algunas de nuestras compras en vinos deben de tener la intención de guarda, este vino por ejemplo es único, ya no existe en el mercado esta añada y ha evolucionado estupendamente. Creo que no existe otro País vitivinícola en el que por menos dinero puedas garantizarte un placer futuro sensorial de los vinos que compras. Mucho de esto tiene que ver con nuestro perfil de consumidores de vino, que es lo complicado de cambiar. Siempre hemos tenido familiarmente y socialmente cerca el vino, sin darle importancia, como si fuese una cosa normal y eso ha hecho que disfruten de nuestros vinos más los países que los importan que nosotros mismos, así de claro. Un vino pletóricamente mediterráneo y que tanto Trajano como Adriano o el propio Julio Cesar, resucitarían de sus “ camas de piedra “ si tuviesen Wifi para conectarse a www.verema.com. Me consta que nuestros amigos de Verema están trabajando en ello, pero el problema está en cómo darlos de “ alta “.