Un año después el vino sigue donde estaba. Tal vez haya perdido cierta

Un año después el vino sigue donde estaba. Tal vez haya perdido cierta expresión frutal, y hasta complejidad, para ganar en docilidad. También asoman, o no sé si amenazan, notas terciarias algo prematuras a cuero y caza que le hacen a uno preguntarse por su evolución. ¿en serio esta clase de vinos, corpóreos, potentes y bien surtidos en madera y alcohol, pueden evolucionar a mejor? Sólo el tiempo lo dirá. Aunque tampoco conviene descartar el engorroso asunto del corcho, que provoca que cada botella sea un mundo y cada una termine por evolucionar a sus anchas. A ésta, por lo que parece, le ha tocado la china.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar