Color rubí marronoso de capa media-alta, límpido, sin asomo de precipitados. Reflejos grandinos y cobrizos, refulgente, muy vivo. Borde amplio, atejado, marcado respecto al menisco.
Presente, amplio, muy vivo, con una primera sensación de fruta madura, ciruelas pasas, seguido de torrefactados y un espectacular fondo de flores ajadas y cuero viejo. Perfumado, abierto, totalmente entregado, sin guardarse nada. Resultón y complejo al mismo tiempo, repleto de detalles, gozoso. Sigue ganando en registros, girando poco a poco a un perfil cada vez más otoñal y térreo, aportando apuntes de hojarasca, trufa negra, fúngicos, y una presencia creciente de tostados suaves, popurrí de pimientas, ahumados, duelas envinadas... Una nariz de impresión, vital, con gran equilibrio e intensidad.
En boca mantiene toda la fuerza de sus primeros años pero bruñido por los años de guarda en botella. Los taninos son finísimos, acariciantes, seguidos de una acidez integrada a un conjunto redondo y brillante. Sabroso, especiado, vivo, con un fjugoso, culminado con un final larguísimo. Uno de los mejores vinos elaborados en 1989 junto al 890 de la Rioja Alta.
Más informacion del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2016/01/prado-enea-1989-gran-reserva.html
Buen vino, sí. Y a un nivel superior estaría el Marqués de Haro en formato de 3 litros que sigue aún trepando sin limite y que no parece que vaya a llegar a su mejor momento en muchos años. Grandes vinos para un año que va dejando sorpresas. Un saludo!
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