Creo que ha sido muy prematura su cata, lo que castiga la opinión que - a buen seguro - generará este vino dentro de 2-3 años.
Color profundo, propio de su origen "toreño"; aromas en nariz golosos y alcohólicos, que deben todavía perder parte de su "violencia olfativa" (y que recomiendan bajar la temperatura de servicio para no agredir).
En boca, taninos, astringencia y madera muy marcados.
Conociendo a Marcos, era de suponer su "audacia" de someter ahora este vino a cata pública y colectiva, sabiendo como él sabe que dentro de 12 meses los comentarios serían mejores, y las puntuaciones plenamente justificadas.
Un "pero" añadido: el nombre del vino - impecable en botella, etiquetado e información - si pretende ligarse a Garcilaso de la Vega. Poca relación (siendo generoso) guarda el autor con la zona de Toro, y a buen seguro resulta "difícil" de cara a la exportación.
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