De color cereza granatoso de capa alta, tapado, oscuro. Reflejos rojizos y anaranjados, brillante. Limpio aunque con gran cantidad de precipitados en el fondo de la botella. Lágrima tintada, permanente. Mucha sensación de grosor. Ribete cobrizo, amplio, marcado respecto al menisco.
Un Viña del Olivo dominado por su impactante expresión varietal, de gran elegancia frutal que mantiene toda la fragancia, delicadeza y frescor de los primeros años. Tempranillo en pureza, descarnada de artificios, vestida en seda y veteada por un cuidadoso trazo térreo y mineral. Parece que mientras el tiempo se ha aliado con este vino las cosechas del 2000 y 2004 sufren altibajos inexplicables. Hay toneladas de fruta negra y roja madura, jugosa, fragante, que ocultan esas mismas maderas finísimas que en otros añadas se proyectan con más intensidad. Un tinto que ha escogido el mejor de los caminos y que se está puliéndose como un campeón.
En boca es un vino digno de estudio. Resume lo antiguo y lo moderno de Rioja: prestancia, equilibrio, ligereza, frescor con estructura, madurez, recorrido, firmeza, tensión... No resulta pesado ni excesivo, no abusa en la extracción ni de exceso de taninos. El mejor Olivo de todos los que hemos tenido la suerte de probar. Será interesante ver hacia dónde se dirige y si puede llegar a tener tanto recorrido como esos clásicos de Cvne. La buena noticia es que lo mejor está por llegar. Una caja de esto fue comprada un lunes 16 de febrero de hace exactamente 10 años menos un día. Guardada para una buena ocasión. Felicidades a Chus Madrazo. Grandísimo trabajo!!!
Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2015/02/vina-del-olivo-2001.html
