Estupenda expresión de Cepas Viejas con unos años en botella. Magnifico.

Rojo picota de capa alta y pequeño ribete ocre cobrizo. Nariz con rasgos terciarios, magnifica expresión de lo podrían ser aromas especiados y de suelo mineral, con grosellas dejando a la vez su matiz especiada y de bosque umbrío. También salen notas de humo, cueros, de la serie animal, notas férricas ( hierro oxidado ), matices de regaliz y chocolate negro. Hojas de geranio trituradas con tierra de maceta, humus, alpechín y aceitunas negras. Sabiendo que es de la variedad Mencía del Bierzo diría que tiene un toque exótico, con un matiz alcohólico en su final. Aromas que se pueden entender como de la serie empireumática, con alquitrán y creosota. En boca es rico, complejo, especiado, con intenciones cremosas, sabores de frutas negras silvestres y regaliz, hay una acidez perfecta que le da recorrido en el paso hasta un posgusto equilibrado y lleno de matices que recuerdan al cacao, regaliz y al carbón vegetal ( vino empireumático ). En su final es un poquito secante, ya que se notan ciertos taninos creo que maderosos y eso le resta, pero creo que también le aportan lo que es, y me da la sensación que eran barricas con un buen tueste. Me recuerda a los vinos de Pinotage de Sudáfrica o de Cabernet Franc de Francia, con ese rasgo racial y frutal al mismo tiempo. Una maravillosa sorpresa que vuelvo a encontrar en mi fondo de armario, visto lo visto en breve intentaré recatar el Bembibre 2002 que en teoría debe de ser más vino. Esta bodega y su excelente comercialización gestionada en esa época por D. Mario Rico hizo acercar a los vinos del Bierzo a toda España ya que realizó presentaciones de los vinos por toda nuestra georafia, y ahora empezamos a ver los resultados. Magnifico estado en el que se encuentra este vino, para competir en la primera Liga, la única pena ese matiz secante de final de boca y las tíldes licorosas. A partir de la media hora de decantación el vino decae, hay que darse prisa.