Color cereza o rubí profundo, ben cubierto con menisco teja, muy brillante

Color cereza o rubí profundo, ben cubierto con menisco teja, muy brillante y glicérico. A los pocos minutos de abrir la botella, subyugante y potente nariz, dominada por tonos balsámicos, menta, eucaliptus, lavanda o hasta lima, entre algo de café, caramelo, tostados y hojatasca. Entra bien en la boca con este paladar algo australiano de eucaliptus, regaliz, café y hierba seca, y tacto metálico con medio cuerpo y buena acidez y unos taninos de cierto dulzor. Desde el principio el vino es algo corto, quedando al final un regusto con un poco aspereza. A partir de una hora de abierta la botella, el viento balsámico de ve amortiguado por algo de suciedad, notas orgánicas, carbonilla que arruinan un poco el brillante conjunto inicial. Finalmente el repertorio aromático queda marcado por café, carbonilla y cuero húmedo, falto de fruta, un poco áspero y corto. La verdad es que en su buen momento (primera media hora) hemos disfrutado realmente esos interesantes matices tan poco habituales, pero en este año y medio último ha perdido la fruta y se ha hecho frágil y descentrado

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar