El tiempo lo mantiene grande, muy buena añada la 2001

A veces los elaboradores intentan hacer un Rioja en Ribera, un Ribera en Rioja y otras intentar omitir aquellas características que resoplan a su tierra, otras como el caso de Bodegas Dos Victorias, intentan obtener un vino que sepa -en este caso- a Toro, siempre modelando su bravura y tan hablada "rusticidad".

Esta añada a la que le auguraban vida de evolución hasta 2006, se encuentra en un muy buen momento de consumo, las notas especiadas con chispa se presentan de etiqueta para mostrarnos unas notas de chocolate negro con esencia de frutillos rojos, alejado de apuntes licorosos, si de configura que nos recuerdan a la madurez. La esencia de este vino se muestra en boca, un Toro refinado, un vino que a día de hoy se presenta correcto en acidez, muy acorde a las notas balsámicas que se perciben en el paladar y refrescan el conjunto, dejando en su final un levísimo rasgo amargo que acentuan el perfil terciarios de chocolate amargo, se percibe cremosidad y delicadeza, un vino para disfrutar con amigos, un vino que se lo debo a mi buen amigo Antonio Pacheco.

Armonía
El grande de APacheco nos propuso un reto, ¡armonizarlo con gaspachuelo!, el resultado sublime, puesto que hablamos de un plato en reposo donde un toque final de huevo le aporta densidad que casa a la perfección con la textura del vino, donde las notas balsámicas refrescan y le aportan chispa a un plato suave a la vez que contundente, ¡el gaspachuelo de Isa!