Esta botella fue de 750 ml. Sólo hasta el final de la botella, luego de unas tres horas, me dí cuenta que no debí haberlo descorchado. En ese momento el vino empezó a abrirse, a mostrar la cremosidad del merlot de Pomerol, con un paladar de ciruelas maduras, chocolate de leche y azúcar moreno insinúandose. Buena estructura tánica. Pero antes de esto, el vino se mostró más bien herbáceo, torpe, con una nariz entre especiada y mineral que poco (o nada) tiene que ver con Pomerol y menos con este pago ilustre. Si mis dos lectores consiguen una botella, denle un par de años más y una generosa decantación.

Este vino, junto con Vieux Chateau Certan, siempre han ido a la zaga de Petrus. Pero se dice que Trotanoy, siendo propiedad de los Moeuix, es un buen acercamiento al estilo de Petrus.
Botella de 375 ml. Picota buena capa, ribete tonos ladrillo. Nariz expresiva de media intensidad, de chocolate con leche, manzana con caramelo, malvaviscos, ligeros mentolados y sutiles tostados. El aire le da una curiosa nota de plátano y pastel de frutas (¿sobremaduración?). Sedoso en boca, con chocolate y fruta negra con tonos de espresso y taninos rotundos, maduros. Final correcto, envolvente.
La vida (ni mucho menos mi cuenta de banco) no me ha puesto un Petrus delante, asi que no puedo compararlos; pero este Trotanoy me recordó bastante más a un Clos René o L’Evangile.