Dorado intenso limpio y brillante, burbuja escasa y pequeña. En nariz es
Dorado intenso limpio y brillante, burbuja escasa y pequeña.
En nariz es sencillamente espectacular por su intensidad y complejidad. Casi nos transporta a oro mundo. Notas de flores marchitas, fruta madura, manzana asada, orejones, deliciosos cítricos, piel de naranja, pomelo, café en grano, un fondo mineral nítido y elegante, ligeros anisados, pastelería fina, brioche. Cambia en copa, cada vez que te lo llevas a nariz da un registro diferente. Una verdadera pasada.
En boca resulta arrollador por su fuerza desbocada y por su insultante juventud. Es todo fuerza, acidez, longitud y persistencia. El carbónico está perfectamente integrado dando una impresionante sensación vínica. El posgusto es largo y deja un recuerdo de fruta amarga. Gran persistencia. Denso, poderoso, pero al la vez fino y elegante. Y muy joven, durará muchos años.
Un vino de clase mundial por su enorme calidad que queda en el recuerdo. Compartido con mi mujer en la noche malagueña y en una de las mejores terrazas de España, fue protagonista absoluto una inolvidable cena. Rafael, guárdanos alguna para dentro de unos años…