Amarillo dorado con tonos verdosos. Sensación visual de peso. Denso. Nariz

Amarillo dorado con tonos verdosos. Sensación visual de peso. Denso. Nariz intensa, potente, con notas iniciales de hidrocarburos que dan paso a una fragante miel, corteza de naranja confitada, cítricos, albaricoque, melocotón, melón maduro, caramelo, pan recién horneado, bizcocho junto a notas de botritis y minerales. En boca tiene un ataque dulce, denso y glicérico que se diluye enseguida en una excelente acidez dejando un final larguísimo. Retronasal cremoso, con notas de miel, dulce de leche, cítricos, mineral, anisados, tierra húmeda. Una auténtica golosina de exquisito dulzor y nariz fina y muy compleja a un precio de risa para este tipo de vino (12-13 euros botella de 375 ml). Es conveniente airearlo un buen rato ya que solo entonces despliega todo su potencial y complejidad. De hecho, al principio no me pareció nada excepcional, pero poco a poco empezó a desarrollar más y más complejidad y hubiera llegado a más de no acabarse la codiciada botellita. No quiero ni pensar como estará dentro de 10 o 15 años. Para soñar con él (me desperté a media noche recordando su interminable postgusto).

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar