Mi primer 2022.
Vino presentado en una botella bordelesa alargada, vestida con una etiqueta de diseño moderno en la que predomina el color verde. El corcho, más que correcto. En él se indican las fases lunares y que es biodinámico. En la contraetiqueta se indican las fases lunares del último trimestre del año 2022 y los 3 primeros trimestres del 2023, señalando los días de fruta y flor para una mejor cata del vino.
A la vista un color amarillo pálido y verdoso. Limpio y brillante. Con una fina y lenta lágrima en su carrera por el cáliz de la copa.
En nariz frescas frutas de hueso, ligeras tropicales y cítricas.
En boca muy fresco, vivo, desenfadado, frutal, con un cierto volumen, untuoso y con una fresca acidez que invita a beber. Fresco, vivo y frutal paso de boca. Es un vino medio-largo. Me da una permanencia de 1,30 minutos.