Equilibrado y elegante.

Vamos con una nueva añada de este rico albariño de las Rías Baixas. Estamos invitados a cenar por mi amigo Juanjo en un restaurante de Benicasim a pie de playa y nos pedimos este vinito. Nos lo sacaron de su vinoteca a unos 8°C. Servimos y esperamos unos 10 minutos antes de proceder con su valoración.

VISUAL: Su color es amarillo dorado, tenue, con reflejos verdosos. Lágrima fina, densa y lenta. Brillante y limpio (87).

OLFATIVA: Marcadamente cítrico a copa parada transmitiendo recuerdos de pomelo. Al mover el líquido asoman notas de hidrocarburos, fragancias de flor blanca y frescos apuntes frutosos, a manzana verde  y ciruela amarilla. De fondo despunta un atisbo herbáceo, como de grama recién cortada. Su intensidad es media (88).

GUSTATIVA: Buen ataque, alta acidez y gran cremosidad en su paso por boca. Untuoso y seco al tacto, con notas frutales muy variopintas, manzana, albaricoque y lichi, acompañadas de un retronasal herbáceo y floral. Vino muy equilibrado y elegante, con un post-gusto magnífico, en donde encontramos recuerdos cítricos alimonados aderezados con un puntito de "gasolina" de fondo y un toquecito salino muy atlántico. Persiste en boca dos minutos justos. Fantástica boca, gran añada ésta (91).

La RCP atendiendo a su precio en tiendas en torno a los 12 euros, me parece muy buena.

MARIDAJE: Nos sacaron de entrante unas gambitas rojas a la plancha y unas ostras vivas. De plato fuerte compartimos un delicioso rodaballo al horno. Destacaré el maridaje con las ostras, tal para cual. Los sabores marinos iban y venían de un lado para otro, armonizando maravillosamente, un espectáculo la verdad. Gracias Juanjo!!.

Salud-os!!