La otra Ribera

Realmente, el título que le he puesto es confuso: no sé si existe ni siquiera otra Ribera o que más bien la tradición y el clima de cada provincia son los que marcan los diferentes estilos que hay en la D.O. para acabar creando un “todo” que aunque tiene forma irregular, es unitario. Gilipolleces aparte, pero siguiendo con el tema, éste sería un vino de la parte “irregular”, de la que casi no se ve y de la menos comercial. De capa alta y con un alcohol que marca 14º (esto no sorprende), tiene fruta roja y negra, unos toques punzantes tremendos, balsámicos, cárnicos, terrosos y pedregosos. La boca agarra que da gusto, la acidez es bastante importante, no notamos la madera y el tanino es desmesurado. El paso es ágil pero también amplio, los primarios están en un punto óptimo de madurez y las sensaciones son menos golosas que sabrosas. ¡Ah!, y el final es largo, primario y mineral. Envejecerá de muerte.