Estupendo Ardanza, elegante y "de libro" en excelente momento de disfrute

Botella borgoñona y de etiquetado clásico de Viña Ardanza.

Corcho largo y de buen calibre que sale perfecto con sacacorchos de dos tiempos. Sólo bañado en vino rojo picota oscuro por el interior, por algunas zonas, hasta 1 cm como máximo. Huele muy bien, rico, a Viña Ardanza, fruta madura, maderas, especias y regaliz. (10)

Visual: rubí-cereza con reflejos ocre-anaranjados, capa media-baja, ribete anaranjado-transparente que destaca sus ya 19 años. Limpio, brillante y con buena y abundante lágrima de rápida caída. Visual algo más evolucionada de lo esperado para este vino. (8)

Nariz: de muy buena intensidad a Viña Ardanza de libro, fruta roja y negra muy madura y prácticamente escarchada, regaliz, coco rallado, vainilla, finas maderas, trufas negras, setas, champiñones, musgos, laca de uñas, barnices, tabaco rubio, herbáceos y muy poderosos mentolado-balsámicos que le otorgan una frescura espectacular en nariz. Muy buena intensidad, definición de aromas y complejidad excelente (10)

Boca: ataque fresquísimo, suave, sedoso, con frutillos rojos y negros muy maduros, medio volumen y densidad, excelente cuerpo y estructura, acidez muy elevada que le da la vida, lo sostiene y le da esa frescura tan característica de estos clásicos riojanos. Paso por boca elegante y agradable, con taninos sedosos y dulces pero aún muy perceptibles en mucosas. Final de muy buena longitud con fruta roja y negra fresca/amargosa/ácida y mentolada-herbácea en retrogusto, mientras que en vía retronasal tenemos un abanico enorme entre tabaco rubio, herbáceos, regaliz, vainilla, finas maderas, coco, barnices, esmalte de uñas, trufas-setas-hongos,... que lo redondean maravillosamente bien. (9.4)

El vino destaca inicialmente por su excelente corcho y enorme nariz (es donde de entrada da un nivel muy alto); la visual me ha decepcionado algo pues la veo más evolucionada de lo esperado; la boca, empieza bien pero sin grandes alardes pero, con la aireación, termina siendo una boca fantástica, fresca y con una acidez cítrica como no muchos vinos tintos de la añada 1998 van a poder ofrecer ya en 2017.

Aunque inicialmente no tanto, con la oxigenación, al probar la boca, ver su tanicidad y, sobre todo, su enorme acidez, le veo mimbres y cuerda aún para rato (quizás 5-10 años más sin problemas para llegar a rozar sus 30 años de vida en buenas condiciones de consumo). Sin embargo, EMHO, se puede disfrutar tremendamente ya, sin buscarle más "el límite". Esa acidez fresca y ese tanino aún con algo de nervio, encantarán a cualquiera que guste de esta tipología de vinos (y más en verano, con este calor tan notorio que está haciendo, es de los muy pocos vinos tintos con bastante madera que, servidos a unos 15-16ºC, se pueden beber y disfrutar como alternativa a tintos jóvenes, rosados, blancos, espumosos y generosos).

PVP de unos 15€ comprado en oferta en tienda de vinos en liquidación. Incluso a 20€ la RCP sería excelente sin ningún género de dudas.

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