Vino blanco pajizo con ribetes dorados algo apagado, claro y limpio. Lágrima presente.
En nariz, los aromas a panadería recién horneada destacan sobre todo (nos recuerda a tiempos de colegio y meriendas de horno y tahona). Bollería tradicional (bollos horneados con azúcar, brioche de mantequilla, bollos suizos, panettone, algo de hojaldre, azúcar horneado).
Al agitar, es fresco, intenso y seco. Aromático, con toques a flores frescas.
En boca, se muestra untuoso, ajerezado, sápido, de acidez media, con toques ahumados y frutales (orejones, albaricoque y fruta de hueso). Incluso nos recuerda a un buen cava, pero sin las burbujas características del mismo.
Recata: bollería y panadería a raudales, de miga cálida y esponjosa.
#PanelVeremaAlicante
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