Amarillo pajizo brillante con burbujas pequeñas, rápidas y algo anárquicas

Amarillo pajizo brillante con burbujas pequeñas, rápidas y algo anárquicas.
Las notas que da en nariz son las típicas de un Champagne digamos “normalito”, con toques florales, notas de levaduras, panadería, brioche, manzana asada, incluso frutos secos. Correcto, apañado, fresco y elegante.
En boca es un vino sencillo, fresco y muy rico. De entrada fácil, paso agradable y final largo dejando sensaciones amargas que invitan a seguir bebiendo. La acidez está en su punto, no destaca especialmente pero está muy presente e integrada, al igual que el carbónico que le da una buena cremosidad.
Un champagne comercial y de gran tirada, sin la complejidad y profundidad de los grandes, pero que tiene y mantiene toda la calidad que se le presupone a un grande como es Taittinger. Excelente armonía con la cocina Tailandesa con la que lo tomamos. Recomendable, aunque un poco alto de precio (unos 28 euros en tienda).

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