Oxidativo aunque tampoco tanto

El color está más cerca del cobrizo que del oro viejo. Limpio y brillante.

La nariz ha ido cambiando con los días. Lo abrimos antes de ayer y nos daba toques a fruta blanca y polvo de talco con un acético muy controlado y hoy, muestra mucha más fruta (melocotón, níspero) pero también una dosis avinagrada casi al límite. Curioso.

En boca es punzante y salino. El paso es limpio y perfumado y se agarra al paladar dejándolo fresco y con sensaciones minerales. Tacto suave, sin presencia alcohólica ni maderosa.

Final primario.

Un vino diferente y de corte natural en el que no hemos percibido mucha flor y que va para palo cortado. 

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar