Elaboran Viña Gravonia con viura al cien por cien : de origen catalán, es una de las variedades con las cuales se vinifica el cava. La uva macabeo parece insensibilizada contra la oxidación y el tiempo es su mejor aliado. Teniendo en cuenta que la crianza de este blanco duró setenta y dos meses, el 1992 sólo tiene veintitrés años : tiene un futuro brillante por delante.
De color amarillo intenso y limpísimo con reflejos dorados, tiene una nariz gloriosa : mantiene los habituales matices de flores de acacia, de cera de panal, de jenjibre y de orejones. De fondo, aparecen una especie de recuerdo dulzón de pastelería y un curioso toque de desván polvoriento. Dotado de un chispazo de energía, nos ofreció una retahila de sabores : griñón, piña Victoria, compota de ruibarbo rojo, peras cocidas, algo de pasas de Corinto y notas terpénicas : azafrán y vino retsina. Fresco, muy nervudo y graso, ligero como una pluma pero tan profundo como un sabio chino, remite a los grandes blancos del Rosellón : Domaine Gauby o Domaine Gardiès.
Necesita muchos años de paciencia y guarda para estar a la altura de un Viña Soledad. Por su precio filantrópico, Viña Gravonia - un crianza de lujo - puede ser considerado como uno de los mejores vinos tranquilos de España. Olvidad vuestras vacaciones debajo de los árboles de coco y acumulad botellas, o robadlas, si no habéis ahorrado bastante dinero. ( PVP : 10 € en la época. )