Parece ser el primer vino de Europa de este 2003, y de ahí el nombre.
La verdad es que en vista es brillante, con precisos tonos de cereza y rubí, junto con un menisco cardenalicio muy vivo.
En nariz es sobre todo muy floral y muy frutal (fresas, violetas), con notas de regaliz rojo.
En boca la maceración aparece de forma muy sutil con un liguero hormigueo en los bordes de la lengua pero sin molestar. Quizá se queda algo corto en boca, pero lo contrarresta con su carácter goloso.
En fin otra nueva creación del winemaker Joan Milá, esta vez en Méntrida.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.