Hasta hace un mes no había oído hablar de este vino. Prueba pues de mí gran torpeza y desconocimiento vinícola , ya que al parecer, la familia elabora en Sancerre desde hace más de 200 años. Mi amigo Iñaki me lo recomendó y he quedado alucinado con él. El de hoy se trata de un parcelario, con viñas plantadas en 1963 y 1965. Un monovarietal de pinot noir de un color no muy subido y limpio, fragante, especiado, más goloso el primer día que el segundo y mineral. Me sorprendieron sus 14º, que aunque no se notaban, era lo que marcaba la etiqueta. Ni rastro de la madera. La acidez está muy presente, pero no desgarra las encías. El tanino está joven y hace salivar.
Final largo, primario y pedregoso. 
Muy bueno y al parecer muy famoso. Me queda tanto por aprender…