Agradable sorpresa.
Vino envasado en una botella réplica de un original del siglo XVIII que se expone en el Museo Vivanco de Briones. Está vestida con una original, moderna y alegre etiqueta que representa la obra gráfica : "El Lagarejo" de Laura Martín Calleja, que fué selecionada y premiada en el X Premio Internacional de Grabado y Vino de la Fundación Vivanco. Cerrada con un corcho de aglomerado con tapas. No se indica la añada, pero sí el nombre de la bodega.
A la vista un color amarillo pálido con notas verdosas. Limpio y brillante. Con buena, abundante, gruesa y lenta lágrima en su deslizamiento por el cáliz de la copa.
En nariz ricas y frescas frutas cítricas, manzana mingana, flores blancas y débil melocotón.
En boca es elegante, serio, sabroso, frutal, retornan con mucho agrado las frutas percibidas en la fase olfativa, con cierto volumen y manteniendo una fresca acidez que invita a beber y que le dará 3-4 años en buena forma. Ganará en complejidad y sutilidad. Mas que grato, fresco, frutal y elegante paso de boca. Es un vino largo. Me da una permanencia de 2,45 minutos.