Gran descubrimiento de mi buen amigo Carlos Solares, apasionado de los vinos de Baja California.

Este chenin blanc se presenta en una elegante etiqueta con motivos marítimos, buen indicativo de que este vino le irá bién a la gastronomía basada en productos del mar.

Se aprecia un color amarillo paja de buena intensidad. Nariz algo tímida, floral (flor de azahar), que va abriendo poco a poco. También se aprecia fruta blanca y algo de cítricos.

En boca es mas expresivo que en nariz: vino fresco, excelente acidez, frutal, buena concentración pese a la baja graducación alcohólica (yo me esperaba un vino mas ligero). Se aprecian sabores que recuerdan al lychee y al melocotón blanco. Postgusto medianamente largo y un final con ligero amargor que le da cierta complejidad y elegancia. Se bebe con mucha facilidad. Lo he disfrutado en tres comidas subsecuentes, con pescado a la plancha, ensalada de pollo y con salmón al vapor. Aunque el salmón es de sabores mas fuertes, el vino tiene la suficiente concentración para un buen maridaje. Uno de los mejores Chenin blanc mexicano que he probado. Me ha encantado, y ademas a un preciazo.