Interesante el concepto de "Cabeza de Cuba"

Botella de estilo bordelés, elegante etiqueta en negro con el nombre del vino sobre el escudo de la bodega en gris, destacando la fermentación en hormigón en la parte inferior. Tipografía del nombre del vino en blanco, tipo de letra barroco pero moderno. Buen diseño. Contraetiqueta con información suficiente, y detallando el porqué del nombre.
Sobre el vino, en copa se ve rojo picota de buena capa (media tirando a alta), limpio y brillante. Lágrima en mi caso gruesa y que tinta la copa más de lo que podríamos esperar por su graduación (13,5º).

Nariz de intensidad media, aunque va creciendo en copa, muy frutal, con fruta más negra que roja, tipo ciruela, de buena madurez (anticipa cierta golosidad que veremos si se da en boca), con notas especiadas (vainilla) y cedro, caja de puros, todo el conjunto arropado por notas tostadas de la barrica. Al mover la copa apreciamos notas florales y mayor presencia de la madera, y un sutil fondo balsámico.

La boca es algo más parca que la nariz. Menos acidez de la esperada, pero suficiente para aportar frescor. Entrada amable, cuerpo medio, equilibrado pero algo falto de intensidad. Menos goloso de lo que anticipaba la nariz. Tanino pulido, alcohol bien integrado, posgusto no excesivamente largo y levemente amargo. Repite notas de la nariz, con la madera y los balsámicos permaneciendo en el recuerdo. Me gusta el conjunto.

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