Maravilloso!!

Y después de esperar casi cinco añitos nos decidimos a abrir la segunda y última botella de este Trasnocho 2001. La abrimos con el abridor de tijeras pero se nos parte el corcho en dos. Al final podemos retirar todo sin mayor problema. Tapón tintado 1 mm desde su base. Dejamos que se airee durante 1 hora y servimos a 17°C.

VISUAL:  Impactante color rojo picota, profundo, con un estrecho ribete rubí amarronado. Lágrima densa, lenta, de grosor medio y transparente (95).

OLFATIVA: En nariz muestra una gran personalidad, con aromas a fruta en compota e intensos balsámicos de eucalipto. Al agitar la copa es todo un espectáculo, notas de coco, vainilla y canela, fúngicos de trufa negra acompañados por apuntes de almendras crudas, regaliz puro moro, flor marchita, arcilla húmeda y como glorioso remate aparece toda una pátina terciaria. Tostados de gran elegancia, chocolate a la taza, cuero viejo, pelo animal con un fondo que todo lo envuelve de maderas finas. Espectacular la complejidad y la elegancia de este bouquet que mantiene una intensidad media-alta pese a estar una hora abierto, monumental! (97).

GUSTATIVA: En boca es donde te noquea, buuuum!!. Opulencia y amplitud descomunales, alta acidez con unos taninos perfectamente equilibrados, bastante dulces pero manteniéndose como base de una colosal estructura. Vinazo con mucho cuerpo, sinergia perfecta al tacto entre carnosidad y sedosidad, equilibrio al cubo. Retronasal con aromas balsámicos, recuerdos de pan tostado y un toque mineral exquisito que se amplifica en el post-gusto en donde los taninos resurgen y mantienen la personalidad de este delicioso elixir y en donde la fruta en compota permanece. Persistencia de tres minutos y 10 segundos de pura gloria bendita, armonía por los cuatro costados con una elegancia y un porte espectacular. Tremendo en este momento pero preparado para aguantar en todo lo alto otra década mínimo. Está evolucionando para convertirse en algo místico, lástima que sea la última botella porque me gustaría probarlo de aquí 15 años, camina hacia la perfección (98).

La RCP la rectifico respecto a mi última cata. La subo a excelente sin ninguna duda. Costó 55 euros pero en lo que se ha convertido este vinazo lo vale... mucho más!!.

MARIDAJE: Nos tomamos la botella en dos ágapes. En el primero con unos entrecottes a la salvia y en la segunda ocasión con un surtido de jamón y embutido belloteros con queso de oveja. Tremenda combinación con la carne, apuntes animales y herbáceos maridando exquisitamente con las notas balsámicas y minerales del vino. Y con la paletilla, los embutidos y el queso... final de traca!. Sabores grasos y especiados armonizando a la perfección con los toques acompotados y con esa imponente acidez que todo lo ensambla. Disfrute de los grandes con un vino que permanecerá en mis recuerdos para siempre. Maravilloso!!

Salud-os!!