Rojo cereza de buena capa. Aromas de frutas rojas frescas, notas de menta y balsámicos, maderas aromáticas verdes y regaliz. Hay un fondo de cueros jóvenes pero que no se identifica con claridad y de pimienta. En boca es rico, fresco, con sabores de frutas rojas escarchadas ( fresones ) y menta, matices que también se perciben por vía retronasal. Posgusto fresco y vivo, con ciertos recuerdos vegetales y de regaliz. Un vino esbelto, con cierta tanicidad compacta, correcto, algo vegetal y que casi nunca defrauda.
Vino encerrado en una botella bordelesa que está vestida con una etiqueta de diseño clásico en la que predomina el color rojo burdeos. El corcho que la cierra de aglomerado (?) y en el que se significa el escudo de la bodega. La cara que está en contacto con el vino tintada.
A la vista un color rojo picota y granate de capa media alta. Limpio y brillante. Con buena lagrima que lentamente se desliza por el cáliz de la copa a la que muy ligeramente tinta. Ribete rubí y granatoso.
En nariz finas frutas rojas del bosque sazonándose, ligeras notas de ahumados y débil cacao. Maduras frutas negras. La madera sin sobresalir.
En boca es elegante, untuoso, sedoso, con volumen, equilibrado, frutal, balsámico, notas de pimienta negra, con los taninos domándose, madera de su crianza integrada y manteniendo una fresca acidez que invita a beber y que le otorgará 3-4 años en buena forma. Muy grato y frutal paso de boca. Sabroso, frutal, elegante y sedoso paso de boca. Es un vino largo. Me da una permanencia de 2,15 minutos.
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