Servido como octavo vino en la cata realizada en el Casino de Madrid. La

Servido como octavo vino en la cata realizada en el Casino de Madrid. La nariz se va abriendo poco a poco con el aire (no se ha decantado). Inicialmente aparece algo animalesco, con complejos especiados, potente y con cierta encantadora rusticidad. En boca es sabrosón, algo rústico, con extraña autenticidad. Según su elaborador le faltan unos añitos más para mostrarse en su pleno apogeo. El vino me gusta pero está lejos de justificar su elevadísimo precio.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar