Conseguimos esta botella en una subasta allá por octubre de 2019 a muy buen precio. Leí que la añada del 61 fue extraordinaria en la zona de Burdeos así que me animé. La botella presentaba un nivel de líquido un pelín bajo, justo en la base del cuello, unos 2 cms por debajo del tapón. La intentamos abrir con el abridor de lamas pero el corcho se nos fue hacia abajo. Al final con algunas peripecias y usando el abridor de tijeras conseguimos sacarlo aunque en dos partes. Esperamos tres horas antes de proceder con su valoración a 18°C.
VISUAL: El color es rojo picota de capa alta con una ligera turbidez. El ribete tiene tonalidades ocre anaranjadas y sorprendentemente aún presenta lágrimas gruesas, densas, lentas y transparentes. Colorazo! (95).
OLFATIVA: Los primeros aromas que encontramos son fúngicos, a trufa negra, seguidos por fragancias de rosas marchitas y hojarasca húmeda. Al rato asoman notas frutosas, de orejones y fruta escarchada, así como especiados de pimienta blanca y herbáceos de laurel. Increíblemente hay algún apunte vegetal todavía "caberneteando" (pimiento verde) y de fondo predomina un puntito licoroso con elegantes toques amaderados de ebanistería fina. La intensidad es media pero con los prescriptores muy bien definidos (92).
GUSTATIVA: En boca resulta una delicia, con una acidez alta y predominante. Los taninos muy dulcecitos aportando un suave tacto cremoso en el paso por boca, sabrosote, con cuerpo y de cierta carnosidad. Los aromas retronasales son viejunos, con notas fúngicas, de desván y flor marchita. En el post-gusto...uhmmmm... brutal, muy equilibrado, con una acidez marcada que le proporciona gran personalidad y en donde la madera surge del mismo alma del vino con unos finos y elegantes toques tostaditos. Sorbo a sorbo se disfruta inmensamente, con su carácter licoroso (pese a tener tan solo 12% de alcohol), es inaudito que con 60 años y con ese bajo porcentaje alcohólico se muestre con ese punch y en definitiva tan vivo. Confieso que no le teníamos mucha fe, pero nos ha sorprendido con su licorosidad y su corpulencia manteniendo a la vez ese tacto tan aterciopelado y sedosito. Vinazo, amable y poderoso a la vez (93).
La RCP fue excelente pues conseguimos la botella por 24 euros.
MARIDAJE: Lo abrimos para acompañar un suculento Cowboy Steak de 650 grs. al romero. Después lo maridamos con un rico arrocito al horno y nos lo terminamos con nuestro surtido de embutidos ibéricos. Nos encantó la combinación con la jugosa pieza de res pues las notas cárnicas y sanguíneas armonizaron de forma sublime con los apuntes fúngicos y viejunos de nuestro vinazo. Qué sorpresa más afortunada y que tremendo disfrute con este Côtes de Bourg de 1.961. Doy fe que la añada fue sobresaliente.
Salud-os!!