Chateauneuf de gran pureza.
Chateauneuf du Pape de gran pureza.
Botella muy elegante, sobria. Regalo de un amigo muy apreciado.
Color rubí de capa media, muy limpio, translúcido. Abundante lágrima gruesa y transparente.
En un inicio se percibe un aroma que recuerda a una tapenade de aceitunas negras. Al abrirse la fruta toma protagonismo, mucha fruta roja y negra madura, especias, licor de cassis y una ligera nota de hierbas de provenza.
En boca se destaca el tanino suave de este vino, con sus 15 grados bien integrados. A la par con la nariz, al principio se perciben notas de tapenade y fruta negra fresca, y al poco tiempo aparece la fruta madura. Es un vino cuya intención no es una larga guarda. Podría haberlo guardado un par de años, pero se puede disfrutar muy bien en este momento (raro en un vino francés). Se destaca la finura y acidez viva de una garnacha bien trabajada, pero complementada con una syrah que seguramente era de gran concentración. Ese 5% seguro que se nota. La primer copa la tomé directo de la botella recién abierta. Las copas subsecuentes fueron decantadas, con lo cual el vino se torna muy disfrutable y fácil de apreciar. Sabiendo de antemano que se trataba de un Chateauneuf para tomarse en un corto o mediano plazo, lo he disfrutado mucho.
Vino muy disfrutable, buen ejemplar del Valle del Ródano.