Vino encerrado en una botella borgoñona que está vestida con una etiqueta de diseño moderno y elegante. El corcho que la cierra de gran calidad, tintada la cara que está en contacto con el vino y significando en el mismo la bodega y añada.

    A la vista un color rojo picota y granatoso de capa alta. Limpio y brillante. Muy buena, abundante, gruesa y lenta lágrima en su discurrir por el cáliz de la copa y a la que tinta. Ribete granate y picota.

    En nariz frescas y abundantes frutas negras madurándose. Notas balsámicas. Madera de su crianza inapreciable. Manda la rica fruta.

    En boca es muy elegante, voluminoso, con peso, carnoso, equilibrado, muy frutal, pues  retornan con agrado las frutas negras percibidas en la fase olfativa. Sus 15,00 % volumen en alcohol, muy bien ensamblados. No se aprecian.La madera de su crianza en muy segundo plano. Es balsámico. Con los taninos domándose y manteniendo una fresca acidez que invita a beber y que le va a otorgar 4-5 años más de vida en perfecta forma. Rico, fresco, frutal y elegante paso de boca. Es un vino muy largo. Me da una permanencia de 3,15 minutos.

    Un vino del que se disfruta en estos momentos, pero está facultado para permanecer en botella 4-5 años más. Lo comprobaré.