Confieso que compré esta rareza en una subasta online por ser de un vino de mi año y además por tratarse de una vinífera desconocida para mi hasta el momento, la silvaner que según he leído: "En Alemania, el Sylvaner una vez ocupó el primer lugar, por delante del Riesling. Representaba hasta el 35 por ciento de la viña. De 1960 a 1996, su importancia se redujo considerablemente, de 24,000 a 7,500 hectáreas". También parece que da vinos de gran longevidad si la cosecha es tardía, en fin, vamos a ver.

Sacamos la botella de la nevera y la dejamos abierta por espacio de una hora y media. El nivel de líquido es bajito, unos 4 cms por debajo del corcho. Servimos a 11°C para su valoración.

VISUAL: Presenta un color evolucionado precioso, ambarino, con reflejos dorados y cobrizos y sin presencia de lágrima (94).

OLFATIVA: Percibimos de entrada intensos aromas de mermelada de albaricoque y de fruta escarchada (orejones). Después asoman fragancias cítricas de pomelo y naranjas amargas, herbáceos de tila y manzanilla, apuntes de frutos secos (almendras crudas), notas de pastelería como de crema inglesa y bizcocho, con un toque a manzanas asadas y boniato al horno. Nariz dulzona, intensa y de gran complejidad (93).

GUSTATIVA: Muy amable en boca, de acidez controlada pero punzante y con un paso por boca sedoso y suave de gran elegancia. Los aromas retronasales son a corteza de naranja y algo de flor marchita. Post-gusto maravilloso con notas frutales acompotadas que recuerdan a mermeladas de melocotón y piña. De fondo se percibe licoroso con apuntes a moscatel y cointreau que dan paso a sutiles notas especiadas de canela y nuez moscada. Delicioso al paladar, entre cítrico y dulzón mostrando una persistencia de dos minutos y 50 segundos. Tremendo este silvaner, todo un descubrimiento. Complejo por los cuatro costados, muy amable y aguantando como un jabato esos 54 años que compartimos (94).

La RCP qué decir... Lo conseguí por 16 euros. Probablemente ese bajo nivel de líquido ayudó a bajar su precio.

MARIDAJE: Empezamos la botella con un espectacular lomo de albacora al eneldo en salsa de fresas y rabanitos con jengibre y nuez moscada. Otro día acompañó un pulpo a feira y un platito de jamón ibérico de bellota y nos lo terminamos con un arroz seco de langostinos y almejas. Nos encantó la combinación con el atún pues los toques especiados y frutosos de la salsa y los salinos del pescado se compenetraron fantásticamente con las notas dulzonas y cítricas de nuesto viejunito. Qué maravilla amigos!

Salud-os!!