Vino de un grupo bodeguero de gran tradición en el Levante español, nada menos que Vicente Gandía Plá, que fué durante muchos años el mayor exportador de vinos por el puerto de Valencia.

      Embotellado en una botella tipo rhin de color azul marino, etiquetado con clase y elegancia. El corcho que la cierra de silicona y haciendo, en el mismo, referencia a la bodega.

     A la vista un color amarillo acerado y con reflejos verdes. Muy limpio y brillante. Con fina lágrima que con pereza se desliza por el cáliz de la copa.

     En nariz destaca la variedad moscatel, frutas cítricas y tropicales.

     En boca es fresco, veraniego, desenfadado, huntuoso, frutal, retornan con agrado y frescura las frutas percibidas en la fase olfativa, cierta elegancia, equilibrado y manteniendo una fresca acidez que invita a beber. Es un vino largo. Jovial y veraniego paso de boca. Me da una golosa y frutal persistencia de 2,00 minutos.

      Un vino para el verano sin complicaciones.