No merece la pena.

Vino encerrado en una botella tipo rhin que está vestida con una sencilla etiqueta de aire moderno en la que se representa un mariscador. Correcto el corcho que la cierra. Es de silicona porosa.

      A la vista un color amarillo levemente subido y con notas verdosas. Buena lágrima que con pereza se desliza por el cáliz de la copa.

      En nariz es corto. Ligeras frutas blancas y cítricos.

      En boca es untuoso, con cierto volumen, escaso de fruta y manteniendo una acidez, pero no sé para qué. Muy discreto, seco y mineral paso de boca. Menos mal que no es largo. Me da una permanencia de 1 minuto.

     Es muy barato, menos de 2,00 "lereles", pero no merece la pena. Pensaba que ya no se elaboraban ribeiros monovarietales de palomino.