Muy bien

A muchos se les suele hacer cuesta arriba beberse un cabernet joven. Extracción, alcohol, madera... cada cual tendrá sus motivos. Sin embargo, cuando el vino está bien hecho, no sólo no es una penitencia, sino que encima se disfruta. Y este es el caso.

Picota claro, borde rosa, capa media-baja, limpio y con brillo.

Nariz primaria, sin excesos de ningún tipo. Fruta roja y negra, pimiento, notas punzantes, humedad y mineralidad. Posee en esta fase una engañosa sensación de fragilidad. Engañosa pues los aromas se mantienen sólidos durante cerca de doce horas.

En boca nos encontramos con una cabernet joven, con tipicidad, con acidez y frescura, tánica, pero muy bebible. Todo fluye, no hay alcohol ni artificios que lo puedan hacer pesado.

Final largo y primario.

Muy bueno y eso que está en pañales. Waterford es una de las mejores bodegas de Sudáfrica.