Ocurre algo más allá del Rin ...

     Los vinos elaborados por Alex Barzen proceden de viñedos situados en laderas abruptas que requieren un cultivo exclusivamente manual. Este riesling ha envejecido de maravillas porque la añada 1999 fue excepcional en Mosela y que el extracto seco del vino garantizaba una guarda larga. A pesar de todo, se trata de un blanco que tiene más de veinte años a hombros, lo que merece que quitemos el sombrero.

     De color dorado profundo, casi ámbar claro, es un riesling sorprendente e inverosímil : huele a flor de limonero, a piña confitada, a chabacanos cocidos y a cera de abeja. Este blanco - criado sin roble nuevo - ha conservado la pureza de sus años mozos : limpio, jugoso, vivaz, elegante pero también carnoso, amplio y mineral. La boca es redonda, intensa, compleja, larguísima - 45 caudalías reloj en mano - con notas placenteras de toronja amarilla, de durazno, de uvas moscatel, de mango verde, un toque de pedernal y, en el regusto, algo que se parece a la nafta. Semejante vino ha alcanzado su cúspide y no serviría para nada dejarlo dormir más en el botellero : hay riesgo de destapar una botella en mal estado. Fue un excelente acompañante de brochetas de vieiras, de lenguados meunière con arroz basmati y de queso blando de oveja y de mascarpone.

     El riesling Auslese Trocken de Barzen nos da la certeza de que puede alcanzar, de vez en cuando, el alto nivel de los que producen Dr. Loosen o Dr. Bürklin-Wolf, bodegas mucho más afamadas en la zona. La relación calidad precio juega también a su favor. ( PVP : 11 € )

 

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