Nariz exuberante con mucha fruta negra compotada, mermelada de ciruela, balsámicos, cacaos, tostados de la crianza, monte bajo, especias dulces, humo. La crianza está bastante marcada (“oaky” como dirían los anglosajones) pero no oculta una rica multitud de capas aromáticas.

En boca entra cremoso y con tanino bien presente pero sedoso. Algo cálido (son 16 grados!) pero sin excesos. Acidez correcta y persistencia larga y muy especiada. Golosón y agradable.

No será del gusto de los amantes de vinos sutiles: es hedonista y contundente. Pero en ese estilo es muy bueno. De esos a los que Parker (Gutiérrez) dará pocos puntos y Vinous (Neal Martin) apreciará más.

Podría pasar por un vino del Nuevo Mundo (Californiano) y de hecho tengo entendido que se exporta bastante a Estados Unidos.

La RCP me parece bastante buena.

  Vino de la familia Gil en Calatayud, no se sale de lo que elabora Juan Gil, vinos tintos con mucho color, mucha extracción, con mucho poderío aromático en nariz y potentes y sabrosos en boca, muy Parker, pero .... me gusta.

  Es una garnacha potente, con muchos especiados dulces y mucha fruta madura, pero también mucho equilibrio y elegancia. Estos vinos en mi opinión son mas para disfrute en la cata que en combinación con comida, ya que su potencia puede con casi todo, pero me gusta, es de los vinos que en una sobremesa puedes estar toda una tarde sin necesitar un dulce o una copa de espirituosos.

  La relación calidad disfrute es muy grande.

Color cereza, capa media, limpio y brillante, lágrimas gruesas tintan la copa elegantemente.
En nariz... una gozada. Aparecen notas de fresa, cereza, ciruelas maduras y unas notas especiadas que me fascinaron, que aromas a pimienta dulce, a clavo, a laurel y a una nuez moscada que te envuelve una y otra vez, también aparecen notas de cacao, tabaco rubio, vainilla, una nariz de una explosividad y calidad que te hacen disfrutar antes de probar el vino.
En boca es un vino con volumen, amplio, el alcohol (16°) que es lo que sostiene a los vinos, su esqueleto, no se deja notar, todo lo contrario, el vino es elegante, equilibrado, pleno, su acidez es golosa y la persistencia en boca es más que notable. En resumen, un vinazo que tenemos la suerte de disfrutar en España por unos 30 euros, éste vino, elaborado en Burdeos, Borgoña o California valdría 150.
Me imagino en fechas no muy lejanas tomando éste vino con mi pareja o con un buen amigo, junto a un plato de buena carne, con calma, con silencio y disfrutando de uno de esos vinos que te hacen sentir cosas especiales...