Botella borgoñona de etiquetado moderno pero sencillo.
Cierre de corcho natural largo (4,9 cm) y grueso, de gran calidad (y pensado para vinos de guarda y gamas superiores).
Sacado de nevera a unos 8ºC.
Visual
Amarillo dorado levemente pálido con reflejos levemente verdosos, limpio, brillante y de buena lágrima.
Buena botella, gran corcho y muy bonita visual. (8,9)
Nariz
De muy buena intensidad donde tenemos fruta cítrica a tope, también fruta blanca y amarilla de hueso, flores blancas y amarillas, herbáceos campestres, un punto vegetal, notas frescas, recuerdos de hinojo y hasta una leve mineralidad.
Nariz intensa, primaria (frutal y floral) pero compleja a la vez. Muy equilibrada y de gran calidad. (8,8)
Boca
Muy buen ataque, fresco y frutal, seco, sabroso, de elevada acidez bien domada, buen volumen y densidad, expansivo y gastronómico, graso, untuoso y cremoso en el paso por boca, con buen cuerpo y estructura apreciable.
El final es de buena longitud, con fruta blanca y cítrica leve, con un puntito mineral, anisado y de cierta complejidad que lo redondea excelentemente bien. (9)
En gran momento ya este Quintaluna 2018 pero que, a buen seguro, con 1-2 años más, mejorará todavía más.
Su PVP ronda, de normal, los 12-13€ pero, en mi caso, de oferta, lo pude conseguir por 8,95€/botella. Excelente RCP para lo que ofrece (verdejo de acceso de gama de Ossian que no falla y a un precio bastante accesible).
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