Me pude agenciar media cajita de este vino a un precio muy asequible pensando en las temperaturas del veranito en Benicasim. Lo tuvimos en la nevera hasta alcanzar los 10°C y procedimos a su valoración:

VISUAL: Precioso color amarillo dorado con reflejos ambarinos, brillante y cristalino (92).

OLFATIVA: En nariz encontramos aromas herbáceos de manzanilla así como frescos apuntes frutales de melocotón, manzanas asadas y melón. También hay notas dulzonas de uva pasa y caramelo así como especiados de canela y vainilla. Muy bien en complejidad y de intensidad media-alta (92).

GUSTATIVA: En boca es extraordinario, de gran amplitud y acidez. Ataque explosivo, seco y un tanto mineral, con notas calizas. Paso por boca untuoso y muy sabrosote con un retronasal que nos trae recuerdos de membrillo y boniato así como notas frutosas de melocotón y piel de naranja. Post-gusto delicioso, muy largo (tres minutos y 10 segundos) y de gran disfrute. Colosal este moscatel de Alejandría, elegante y equilibrado donde los haya, de gran personalidad, muy bien elaborado y con todo en sus sitio. Premiado con el Gran Bacchus de Oro 2019... no me extraña (94).

La RCP la considero excelente. Por menos de 10 euros resulta una auténtica ganga.

MARIDAJE: Nos tomamos varias botellas en distintas ocasiones durante el mes de Julio. La primera con una dorada al horno, la segunda con un arroz de sepia, caracoles, alcachofa y gambones, después con una cremita de cigalas y una merluza al horno con muselina de allioli y la última con un arroz caldoso de cigalas. Delicioso en todas y cada una de las ocasiones, pero especial mención acompañando el arrocito mar y montaña, excelso maridaje entre los apuntes frutales y minerales del vino y las notas salinas y térreas de la paellita. Qué rico!!

Salud-os!!