Un color francés para un clarete de la Ribera

Buen rosado este Aire de PROTOS. Aunque su visual de piel de cebolla nos hablaría de una delicadeza (y debilidad) francesa para el rosé, nos encontramos con un clarete de nervio ribereño.

Buena nariz, con presencia clara de la fruta, y de las hierbas del campo. Algún tono balsámico, como tiene los tomillos y las lavandas.

Una boca muy fresca, con buen ataque de acidez, y gran presencia y permanencia. Un vino que anima a comer con él, y que disuelve las grasas del lechazo, haciendo más fácil la comida que si lo acompañamos de un tinto pesado.